miércoles, 29 de julio de 2015

Algún día nos veremos...

Hablemos de libertad. ¿Qué es la libertad? La libertad es vivir, no sobrevivir. Es poder hacer cuanto desees, sin molestar a los demás.

Libertad también es dolor.

Vivimos entre injusticias sociales y de todo tipo. Nos hemos acostumbrado a ellas, hasta tal punto de que lo cómodo es vivir en un mundo de injusticias, lo raro es tratar de eliminarlas, lo que duele es buscar la libertad. Duele eliminar la comodidad, los egoismos, el conformismo, el consumismo. Duele renunciar a todo lo que tienes. Pero aún más me duele no ser libre. Y me duele no serlo, porque yo solo quiero ser libre.
Y quiero ser libre junto a ti y todos mis compañeros, quiero un mundo libre.

Y es por eso que me identifico con toda persona que lucha por la libertad. Y es por eso también que lloro cuando me acuerdo de la guerra. Nací medio siglo después pero esa guerra está marcada a fuego en mi corazón. Tengo heridas que nunca van a cicatrizar, cuya única salvación es la libertad. Y por eso grito y gritaré que viva la República, por amor a mi clase tratando de ser libres, por odio a los traidores robandonos la libertad.

Y es que dicen que el único sentimiento mayor al amor hacia la libertad, es el odio a quien te la quita.

Y se equivocan, si lucho y me duele, si lloro al saber que perdimos, no es por el odio a los traidores, es por el amor a la libertad.

La libertad que está tan lejos, el camino es largo, el camino duele, pero por llegar a ti estoy dispuesta a todo, estoy dispuesta a morir. Y si muero, seré libre de este infierno al que llaman mundo, y sabré que algún día todos seremos libres en él.

Libertad, acuérdate de mí, algún día nos veremos.

domingo, 19 de julio de 2015

CAP AGRESSIÓ SENSE RESPOTA

N'estic farta. Farta de rebre noticies cada dues setmanes d'una nova agressió neonazi cap individus de tot tipus: antifeixistes, extrangers, homosexuals. Estic farta de vore com els meus companys estan siguent atacats, apalizats i qui sap mes qué. No vull més Guillems Agulló, ni més Carlos Palomino. Vull a tots presents. I estic farta de sentir por cada vegada que vaig pel carrer a soles, por a ser jo la següent.
Però encara estic més farta de que l'únic que puc fer és comunicar per les xarxes socials l'ocorregut i escriure: CAP AGRESSIÓ SENSE RESPOSTA, quan se perfectament que no és així. Que cap agressió està tenint resposta i que cada vegada son més freqüents aquestes agressions.
Estic farta. Això no pot continuar així. Ha de quedar clar que som antifeixistes, i que no van a poder en nosaltres. Hi ha que pasar a l'acció.

viernes, 3 de julio de 2015

Nos encanta!

Todos nos hemos sentido guays con nuestras banderas, nuestros colores, con llamarnos marxistas-leninistas, ondear al viento la tricolor, creyéndote tu abuelo, o creerse un sovietico ondeando la bandera de la URSS.

Y es que es verdad que nos mola a la izquierda lo de parecernos a nuestros viejos. Tenemos puesta la tricolor en la pared, tenemos por ídolo a Lenin y por dios a Stalin, y joder, nos encanta. Nos mola mucho sabernos la Internacional, como los obreros de la Comuna de París, y cantarla con el puño el alto, orgullosos. Nos mola autoproclamarnos marxistas-leninistas sin haber leído mas que El Manifiesto y además nos encanta ser feministas, sin saber pronunciar "Beauvoir". Y por supuestísimo, somos antifascistas y anticapitalistas, con orgullo y hasta la muerte. Y se lo recordamos a todo el mundo. Porque nos encanta añadirnos etiquetas.

Qué bello es hablar de la conquista del poder por parte del pueblo, los medios de producción, la dictadura del proletariado, el patriarcado, lo mala que es la burguesía y los pequeñoburgueses, lo muy a favor que estamos de la revolución y de la lucha armada, y cuan de bonito es hablar de matar fascistas y policías. Y es cierto, es así, lo adoramos. Nos sentimos obreros del siglo pasado luchando contra la explotación y los patrones. Somos el Miguel Hernández de este siglo, la voz del pueblo, los únicos capaces de conseguir un cambio.

Y sin embargo, somos nosotros los que no cambiamos. Los que no nos damos cuenta de que no somos un obrero ruso del 17, ni un republicano español del 36. Vivimos en el siglo XXI. Las cosas ya no son igual, la sociedad ha evolucionado y nosotros nos hemos quedado atrás. Soñamos con ser el Che Guevara, con la revolución, añoramos la URSS y el movimiento obrero de aquel entonces, y como clase obrera que somos -que no se os olvide, somos muy de clase obrera- queremos que se vuelvan a producir aquellos maravillosos estallidos sociales y vamos a todas las manifas con la esperanza de que en alguna ocurra un estallido, y como siempre, nada pasa. Y quizá la culpa la tengamos nosotros, que no somos capaces de entender que esto no es 1917 ni 1936, ni le vamos a ganar la IIGM a Hitler, que estamos en 2015 y no podemos pretender llegar a nada en un futuro si solo soñamos con el pasado y no prestamos atención al presente.

miércoles, 1 de julio de 2015

Lo jodido del feminismo

Lo jodido del feminismo, es que te sientes como una mierda por x e y complejos, y tienes que tratar de solucionarlos, porque crees en determinados ideales y estás en contra de dererminadas imposiciones. Lo que crea que además de sentirte como una mierda contigo misma por x e y complejos, te sientes peor porque encima te contradices y te sientes hipócrita.
Antes al menos, si te sentías como una mierda, pues bueno, era lo que te decían, el como tenías que ser, y como no eras así, te sentías mal y diferente, pero se quedaba ahí, y ya está, porque no sentirse agusto con tu cuerpo y darse asco era lo normal. El problema viene cuando el feminismo entra en tu vida. En un primer momento te sientes mejor, porque realmente no das asco. Y empiezas a leer y a hablar con la gente y entonces entiendes que sentirse la última mierda por estar gorda y ser fea, es raro, y que no debes sentirte así. Para empezar porque la belleza es subjetiva, por lo que si eres fea para ti misma, para tus padres eres la hostia de guapa, y si no, tampoco pasa nada: ser feo no es malo. Segundo, si estás gorda pues bueno, que más da. "Oye pero es que la obesidad es mala, comer mucho es malo para la salud, hay que llevar una dieta equilibrada." Cada uno se mata como quiere. Tú te pasas el día bebiendo y fumando porros, y subiendo fotos de ello al instagram, poniendo alguna frase que te mole y creyéndote el más revolucionario. Y encima si alguien te dice que es malo para la salud saltas con que es tu libertad y con ella haces lo que te de la gana. Pues comer lo mismo.
Y en fin. Empiezas a descubrir la alienación que has sufrido durante tantos años, la que sufrimos día a día todas las personas de este planeta y decides que lo quieres cambiar. "¡Basta ya de imponer cánones!" es tu lema, y estás super convencida, porque te rodeas de gente que piensa como tú. Incluso llegas a pensar que has superado todo, que nada ni nadie te va a pisar.
Hasta que te das cuenta que sigues viviendo en el capitalismo, en la sociedad patriarcal, que esta nunca te va a permitir salir de ella. Y eso es lo jodido del feminismo, que te sigues sintiendo como la mierda, aun sabiendo que no te tienes que sentir así, y que por mucho que vayas a hacer, no lo vas a poder cambiar.