jueves, 28 de noviembre de 2013

Éramos

Éramos tan diferentes y tan opuestos. Éramos como hermanos que peleaban y amantes que se besaban.

Éramos aquellos que no se parecían en nada. Éramos la picardía y la bondad.

Éramos el día y la noche, el perro y la gata. Éramos el frío y el calor, la lluvia y el sol.

Y sin embargo ambos éramos rebeldía y ganas de luchar. Éramos felices juntos.

Éramos.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Puta

"No tengo miedo a nada. No sé que pasará mañana ni que pasará dentro de un minuto. No sé que pasó tiempo atrás ni que pasó hace un minuto. Solo sé que está pasando ahora. Solo sé que soy persona, solo sé que soy mujer. Solo sé que lucho, solo sé que no me rindo. Solo sé que de tu odio, machista, nacen mis ganas de vivir. También sé que cada puta que dices me anima más a luchar. Cada palabra que escupes por tu boca ahí se va a quedar. No te me vas a acercar, no me vas a rozar, ni siquiera me vas a oler. Solo sé que soy puta y estoy por encima de tus palabras. Solo sé que me enorgullece que me llames lo que sea, solo me animas a seguir. Lucharé, ganaré y te destruiré. Tú desaparecerás, tu odio irracional no volverá a aparecer. Un golpe tuyo equivale a cien mios, préparate cobarde, es tu fin."

Un 14 de Abril de 1931

Naciste, creciste y te derrotaron pero nunca te mataron. Sigues viva en cada corazón de cuantos te conocen y en cada mente de cuantos te lucharon. No te vi nacer, no te vi crecer, no vi como fuiste derrotada. Tu corta estancia en nuestras tierras fueron suficientes para añorarte, para quererte y para cantarte. Incluso para gente como yo que no tuvo el placer de conocerte. Fueron bonitos días aquellos cuando estabas, cuentan los más ancianos entre lágrimas de rabia y eñoranza. Fueron duros días aquellos  cuando intentaron matarte y todos ellos, unidos, lucharon por ti y fracasaron. Peores fueron los años siguientes sin tu alegría y libertad, sin nada por lo que sonreír, sin ti. Parecía que habías muerto pero no. Aquí estás, en este texto, en el corazón de miles de personas, en mi corazón, en mis ganas de luchar. He oído de ti maravillas, he leído los buenos aires que traías a mi tierra. Y he decidido que quiero luchar, lucharé y moriré por ti si es necesario, querida República. Teñiremos cada rojigualda de morado y al fin volverás con nosotros. A por la tercera, segunda y vieja compañera.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Solo sé que te echo de menos

¿Por qué? Es algo que me pregunto cada día de mi vida, a cada cosa que me sucede, a cada cosa que veo. Me pregunto ¿Qué ha pasado? ¿Qué ha cambiado? ¿Qué hice mal? ¿Qué hiciste mal? ¿Qué hicimos mal? Pero sobretodo ¿Por qué?

Todo empezó hace poco menos de un par de años. Una noche tranquila de un día normal. Todo iba como siempre, la misma rutina de todos los días. Ahí no lo sabía pero creo que insultarte fue lo mejor que he hecho en mi vida. ¿Por qué lo hice? Ni yo lo sé. Quizá sea el destino, pero yo no creo en eso. El caso es que lo hice y me alegro.

Desde ese día todo cambió para mí. Te conozco desde pequeña, siempre te había visto como un tío idiota, pero no podía estar más equivocada.

He de confesar, (como ya sabes), que para mí empezó como algo más que una amistad. Y me duró. Por eso era tímida y sentía vergüenza cuando estaba contigo. Sin embargo, siempre te buscaba para que me dieras un abrazo. Me encantaban nuestras charlas, me hacías sentir genial. Sentía que alguien me quería y me apreciaba de verdad.

La cosa fue a más pero llegó el verano y casi no nos veíamos. No sé por qué, pero como tú mismo has dicho te comportaste como un idiota conmigo y nuestra amistad se acabó. Pasó el verano y volvió el curso. No sabes lo horrible que era echarte de menos viéndote todos los días. Aún así, un par de meses después me volviste a demostrar que me querías y me apreciabas a pesar de que ni habláramos. Todo volvió a ser como antes, incluso mejor. Te convertiste en esa persona que siempre está ahí, esa que nunca te falla y parece que nunca lo va a hacer. Esa persona que sabe que estás mal y te hace sonreír, y si no puede te abraza.

Yo, quizá no fuera la mejor amiga del mundo pero lo intetaba. Lo único que sé es que tú lo eras. Una vez más volvió a llegar el verano y una vez más nos volvimos a dejar de hablar. No sé todavía por qué, no hay ninguna razón para ello. Pasa el tiempo y ya no estás conmigo, ya no te veo, ya no tengo tus abrazos, estoy sola. Te echo de menos, te quiero, quiero volver a pasar los momentos de antes, eran los mejores, joder, he intentado que todo vuelva a ser como antes pero no lo he conseguido, no sé como hacerlo. Soy idiota y solo estoy escribiendo esta puta mierda, no sé si por rabia, por impotencia o por desahogarme. ¿Por qué? Dímelo...

Te quiero, gilipollas.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Violencia, resistencia

"Contenedores ardiendo, cristales rotos, paredes grafitteadas." Para la gente normal al oír estas palabras piensa en violencia, vándalos e incluso terrorismo. Para mí no. Cuando yo pienso en violencia pienso en las miles de personas que han sido desahuciadas de su propia casa pagada con su sudor, a golpes y gritos con la policia, en que cada vez que bajo a la calle veo contenedores que parecen restaurantes. Sin ir más lejos, para mí la violencia es pensar que quizá no vaya a la universidad por no tener dinero. Es saber que miles de personas con discapacidades no reciben las ayudas sociales que merecen.

Las primeras palabras de esta entrada para mí, significan resistencia. Son un símbolo de rebeldía, de lucha. Los medios nos hacen confundir esto con violencia y terrorismo.

¿De verdad te parece más violento un contenedor en llamas que un niño pidiendo dinero y comida en la calle?

Salud y libertad.