lunes, 1 de junio de 2015

Las drogas

Las drogas siempre han sido ese gran enemigo de los padres, de los policías, del gobierno, etc. Desde que éramos niños nos han dicho que las drogas son malas, que nunca debemos probarlas ni juntarnos con gente que consuma droga porque acabaremos consumiéndolas.
Consumir drogas puede ser nocivo para nuestra salud. Puede llevarnos incluso a la muerte o a tener enfermedades muy graves.
Si esto es así, ¿por qué hay drogas legales como el alcohol o el tabaco?
La respuesta es porque al Estado le interesa. Desde el gobierno hacen campañas contra el tabaco y el alcohol, ponen multas a quienes fuman en determinados sitios y a quienes beben demasiado alcohol. Nos hacen creer que están en contra de las drogas, pero las permiten. Con estas drogas hacen un gran negocio, más importante que nuestra salud. El resto de drogas en cambio, están prohibidas.
¿Son tan malas como nos hacen creer el resto de drogas?
La respuesta es sí. Y esto el Estado lo sabe, pero… ¿realmente están en contra de ellas?
La respuesta es no. Desde el Estado burgués, introducen las drogas en los barrios obreros, los más marginales del país, dónde hay un alto porcentaje de posibles revolucionarios. El Estado tiene miedo a la revolución y una de sus armas para luchar contra ella y seguir en el capitalismo y que su negocio no caiga, es introducir las drogas entre los jóvenes. Como nos han dicho siempre, las drogas son malas para nuestra salud. Nos mantienen atontados, para que no nos demos cuenta de nuestra situación y para que si nos damos cuenta, nuestra fuerza física y mental para luchar sea menor.
La prohibición de las drogas, hace que para nosotros los jóvenes, sean aún más atractivas. En las mentes revolucionarias, esto se acentúa. Muchos revolucionarios creen que el consumir drogas les hace más libres, más rebeldes pero se equivocan. Caen en la trampa del Estado. Las drogas no nos hacen libres, nos hacen dependientes. Además, muchos de nuestros ídolos que cantan contra el sistema, caen también en la trampa de defender las drogas y esto hace que nosotros creamos que son buenas. El consumir drogas, nos priva de asuntos más importantes, como el estudiar, y el leer libros, en concreto, libros de autores que buscan la eliminación del Estado burgués.
Con esto llegamos a la conclusión de que las drogas son malas pero la solución no es prohibirlas, sino la buena educación, y claro está, la eliminación del Estado burgués

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