Éramos tan diferentes y tan opuestos. Éramos como hermanos que peleaban y amantes que se besaban.
Éramos aquellos que no se parecían en nada. Éramos la picardía y la bondad.
Éramos el día y la noche, el perro y la gata. Éramos el frío y el calor, la lluvia y el sol.
Y sin embargo ambos éramos rebeldía y ganas de luchar. Éramos felices juntos.
Éramos.
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