jueves, 8 de enero de 2015

Hipocresia

El pasado 7 de enero, Francia sufrió un brutal atentado por parte de la barbarie de dos hermanos, "islamistas" radicales (totalmente opuestos al verdadero mensaje del Islam, los cuales no representan a la comunidad musulmana). Ayer, fueron asesinadas 12 personas, caricaturistas de la revista Charlie Hebdo, un policía y un recepcionista. El único "delito" de estas personas era, nada más y nada menos, que dibujar. Sí, como lo oyen, dibujar. La revista era conocida por su humor y sus sátiras. Entre estas, se caricaturizaban importantes personajes del islam, el cristianismo o el judaísmo, provocando molestías entre los sectores de estas religiones.

Un acto deleznable, injustificable, horrible, que atenta contra la Libertad de Expresión de todos. Esa Libertad de Expresión recogida en nuestros derechos, uno de los pilares básicos de nuestra democracia. Durante todo el día de ayer y hoy, hemos podido observar a numerosos políticos españoles, al cuerpo nacional de seguridad, a todos los medios de comunicación, hablando sobre ella y lo fundamental que es. No podemos permitir que en pleno siglo XXI sucedan estas cosas. Toda la población española ha mostrado su solidaridad a nuestros vecinos franceses, haciendo numerosas concentraciones, dando su apoyo vía las redes sociales con el hástag #JeSuisCharlie, etc.

De la misma forma, hoy, ha sido condenado a 4 años de cárcel, Alfon. Alfon es un joven de 21 años acusado de portar explosivos en la manifestación de la pasada huelga general del 14 de noviembre de 2012. A día de hoy, la policía no tiene pruebas. A pesar de ello le han caído 4 años. Su único "delito" real es estar concienciado con la sociedad y tener una ideología antifascista y anticapitalista, y por supuesto, pertenecer a la clase trabajadora. Sin embargo, es tratado por la prensa como un terrorista radical de extrema izquierda.

La clase trabajadora, no es la única que comete delitos, no. También lo hace la clase alta. Un claro ejemplo es el conocido Pequeño Nicolás. Nicolás es un joven de 20 años, estudiante de derecho, acusado de delitos de falsedad, estafa y usurpación de identidad. Además, algunas fuentes periodísitcas señalan que se ve involucrado con el alto poder político y económico español. Los medios de comunicación, lo han convertido en un personaje mediático y lo tratan como un joven que solo hacía travesuras. Una vez más, solo el pobre va a la cárcel.

Así mismo, hoy también, 8 de enero de 2015 ha sido imputado el presentador de La Tuerka, Facu Díaz. Facu es conocido por las redes sociales por hacer humor, igual que lo hacía Charlie Hebdo. La Audiencia Nacional lo imputa por "humillar a las víctimas de ETA" en el vídeo "El PP se disuelve" donde compara al PP con ETA de manera cómica.

Sí, amigos, los mismos que ayer proclamaban el derecho a la Libertad de Expresión y la defendían con uñas y dientes, hoy imputan a un joven que hace uso de ella. ¿La diferencia? Charlie Hebdo hacía crítica y humor de las religiones, y quien ha acabado con su Libertad de Expresión ha sido el "Islamismo" radical, lo cual, ha servido como excusa para la islamofobia en lugares como España, donde se ha podido ver hástaga tales como #StopIslam, en Alemania, donde la gente declara que el Islam es peligroso, como en Francia, donde en las últimas horas, se han producido ataques con explosivos y demás a locales árabes como Kebabs. Actos también totalmente deleznables e injustificables, al igual que la contestación de los "islamistas" asesinando hoy a una policía local; mientras que Facu Díaz hacía crítica y humor del gobierno español y quien ha acabado con su Libertad de Expresión, ha sido este, y eso no pasa nada.

De nuevo, la hipocresia es trendding topic en los máximos representantes españoles.

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